lunes, 23 de mayo de 2022

En la Casa Zorrilla y en la Biblioteca

 En la Biblioteca y en la casa Zorrilla

En Nuestra ciudad hay dos sitios a los que hay que ir si quieres presentar un libro. Uno es nuestra biblioteca pública, San Nicolás, el que fuera palacio y orfanato que ahora tiene tantas historias como libros y actividades hay en su interior. El segundo es la casa de Zorrilla, donde su jardín romántico detiene el tiempo para que pases un rato agradable de tertulia, aunque esta vez el sol de mediodía hizo agradecer la sombra.

Dia del Libro Campo Grande de Valladolid

En el Campo Grande (de Libro)

El día de libro fue un día desapacible, con frio y algo de lluvia. Ese día se escaparon decenas de personajes de novelas, cuentos y todo tipo de libros. 

Arturo paseaba cerca del lago junto a Merlín esperando que apareciera la dama del lago y Guillermo de Baskerville caminaba junto a un Drácula, al que no le importaba el sol.

Harry Potter se escapaba con sus amigos de Hogwarts y Ana de las Tejas Verdes, Brunilda y la Reina de corazones gritaban.  Simbad encontró un barco donde subirse, Robín Hood y su alegre banda alteraban la tranquilidad de los pavos con sus toques de cuerno mientras lanzaban flechas a Beowolf.

Don Juan Tenorio requebraba a las damas, las niñas se querían hacer fotos con el hada o con Isolda y las ardillas estaban encantadas con el flautista. Mr. Scrooge gruñía a los niños, Sherezade contaba sus historias.







Caperucita roja no paraba de correr junto al príncipe Caspian y el Cid. el último mohicano se subió a la catarata, Dulcinea se pasó el día huyendo de Don Quijote,  la Celestina y la madrastra brujeaban por el parque y Gimli el enano posaba ante todo fotógrafo que veía.

Muchas de las actividades ese día se suspendieron, pero nosotros seguimos adelante. Aún con lluvia, cerca de las quinientas personas pasaron esa mañana con nosotros y ciento veintiocho encontraron a todos los personajes.

Nuestra idea era hacer algo diferente que animara a la gente a abrir un libro y a contar historias. Viendo a personas mayores corriendo detrás de Caperucita roja o bajando por el tobogán después de subir al barco de Simbad y a los niños y niñas preguntando por personajes nuevos para ellos, creo que lo conseguimos. 



Las treinta personas que participamos ese día al menos nos divertimos y disfrutamos tanto como ellos.