Un año más genial Teruel, te metes en una verdadera obra de teatro. Las calles huelen a humo y carne asada. Te sientes uno más. Hay actividades diferentes, tanto visitar la ciudad, comer, beber, escuchar música, batallar, o correr delante del toro…
Lo mejor, Lo de todos los años a parte de los amigos, la implicación tanto de todos los ciudadanos, como de las instituciones. El episodio Hospitalario, el vino de nueces, el cariño de toda la ciudad, las ganas que ponen todos los actores y la balada final que la gente la siente suya.
Lo peor: La batalla anodina, sin imaginación. (¿se echo de menos a los almogávares, a los niños ladrones, flechas, hondas.. y música). Los motores de la luz ahogaban el espíritu medieval, de la ciudad con su ruido. El alejamiento del campamento de la escalinata y de los recreacionistas que si que dan vida.
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