Antes del valle del Jerte y las flores de los almendros, se encuentra otro valle en plena sierra de Gredos. Es un lugar tranquilo por el que parece no pasar el tiempo, cruzado por una carretera que va del Barco de Ávila a Extremadura. Ese camino que tomo el Emperador Carlos camino de Yuste es el mismo camino que entre la historia y la leyenda quisieron tomar los vencedores de la batalla de Simancas para intentar coger algo de algo de botín tras vencer la batalla.
En este lugar según la leyenda se vertió tanta sangre que no volvió a crecer nada más que cañas para escobas durante décadas, por eso se llama la batalla del escobar.
Puede que sea historia, puede que sea leyenda o una mezcla,
pero en un valle en el que el Tormes es cruzado por un puente romano, vigilado
por un castillo junto a los restos de una villa amurallada y cuyos pueblos son
casas del Abad, Casas del rey, Puerto Castilla, Navamorisca,… no es raro que
las realidad y las tradiciones y folclores se mezclen.
En el pueblo pequeño de Umbrias, recreamos la batalla de lo
que pudo pasar, la batalla en la que este año hubo mas participantes que
espectadores. Lo cual es bonito por que prácticamente todas las personas del
pueblo participan, pero las gentes de alrededor no vienen a verlos.
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