De nuevo en Monzón de Campos, no podemos dejar de asistir al lugar en el que más años llevamos asistiendo. Comprometidos el mismo día con Tordehumos, tuvimos que dividirnos. Como todo fue un reencuentro, con menos gente, como apoyando la pierna después de haberla tenido mucho tiempo escayolada tras una fractura.
Con ese miedo de no hacerlo, de no pedir el
castillo para cumplir las normas de seguridad, sin talleres, pero de nuevo con
los caballos sobre el Carrión mientras las gentes de Monzón se negaban a pagar
las parias a Abderramán y se levantaban junto a Asur González en el puente sobre
el rio Carrión ante la mirada de su castillo.
Esperamos volver al Castillo a celebra r la boda de Urraca con el batallador en breve.
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