Como que la
historia no puede ser divertida! Que se lo digan a las doscientas personas de
todas las edades que estuvieron un jueves hasta más de la una de la madrugada
intentando cambiar el destino del reino.
La mitad del pueblo estaba con Doña Urraca
reina de León y la otra mitad con Alfonso de Aragón.
Desde el principio se vio
que ese matrimonio tenía mala solución. Una docena de nobles y clérigos que
paseaban por el pueblo serian con su voto quine gobernaría el reino al final de
la noche. Pero los nobles no otorgan, así como así su favor. Desde forjar
espadas, matar bestias, fundar monasterios o deshacerse de un noble que
cortejaba a su hija todo valía para conseguir el favor de los nobles en un
Quintanilla en el que había de todo, gremios de mercaderes, artesanos,
ladrones, leprosería, prisión, … y por supuesto las cotillas del pueblo que
estaban en el lavadero.
Al final de la
noche todo parecía decantarse para Alfonso ya que un grupo de villanos
descubrió que la reina tenia amoríos con el conde de Candespina y condujeron al
arzobispo de Toledo para que lo viera con sus propios ojos. “Todo un
escándalo”. Pero a pesar de contar con el apoyo de la iglesia Alfonso contó con
el apoyo de pocos nobles y el arzobispo de Toledo dio por disuelto el
matrimonio, así que el rey de Aragón tuvo que renunciar a la corona de León.
Una actividad
divertida que disfrutaron unas doscientas personas, familias enteras, jóvenes y no tan jóvenes ademas de una
treintena de nuestros socios y colaboradores del pueblo.
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